es el calor sin duda, ha vuelto para quedarse aunque haya nubes: ha vuelto con su fuerza, con algo de luz y claridad que arrastra migrañas y dolores de espalda incluso // ella se ha preguntado durante todo el día lo que pudo haber sido y no pudo ser, pero siempre nos quedarán las vistas, el café quemado por el excesivo calor: un calor que rebasa cada poro de la piel y broncea nuestra cabeza sin permiso // me fijo en el grafito y en un libro de luca argel publicado hace unos años; el modelaje de la realidad hacia una tonalidad gris, oscura… además las formas no juegan a favor de la alegría // volveremos de almada con el calor, con el sabor del agua tratada en la casa da cerca, con la sonrisa y con la ciudad que describía el marinero a julia vonderlinn: ella tiene ochenta años y quizá nunca ha visto nada igual // yo tampoco.
Fotos: Por completar, de Diogo Pimenta. Expuesto en la Casa da Cerca (Almada).
El cónsul de Sagres 